Eres niña o mujer y sólo por ese hecho, te han condenado a tener miedos inconfesables en un mundo dominado por los hombres. ¿Cuantas veces te has refugiado con el móvil en la mano, o con las llaves de tu portal en ristre, al cruzar la calle para entrar de noche en casa? ¿Cuantas veces, al caer la noche, no te has atrevido a sacar dinero de un cajero? ¿Cuantas veces has pensado en comprar un spray de pimienta y llevarlo en tu bolso ante la posible agresión de un sicópata? ¿Cuantas veces te has negado a salir sola de noche?¿Y cuantas veces has sentido el bienestar inmediato que provoca la desaparición del miedo, la seguridad, al cerrar tras de tí la puerta de tu casa?
En este mundo donde hay tanto bestia desbocado, me entristece ese miedo que te oprime ante el riesgo, cuando vuelves sola del trabajo y tienes que cruzar una calle oscura para entrar en tu casa…Me encantaría vivir en un mundo en el que la mujeres no tuvieran esos temores y me apena que los tengan.
No tengas miedos, porque vivir con miedos es vivir a medias, pero sé precavida, muy precavida, porque estamos en el mundo real, donde el riesgo cero no existe y en el que también habitan enfermos mentales, locos, sicópatas, y maltratadores…