A muchos los árboles les impiden ver el bosque. Están tan metidos en el fregadero político que no ven más allá del cortísimo plazo. Creo que la opción más ventajosa para Pedro Sánchez y el PSOE es rechazar cualquier acuerdo de amnistía y autodeterminación con el delincuente y prófugo de la justicia, Carles Puigdemont, y convocar con este argumento elecciones generales que podrían dar mayoría absoluta a su partido junto a SUMAR, sin necesidad de mayores apoyos de otros partidos políticos.
Rechazar las pretensiones del prófugo de la justicia española, Puigdemont, no facilitar amnistía alguna (no la merecen) ni la autodeterminación bajo el argumento de que son cuestiones que quedan fuera de la Constitución española y negarse a negociar tales aspectos con un delincuente huído de la justicia, resultarían argumentos suficientes para que Sánchez obtuviese un amplio respaldo electoral y para desactivar el movimiento crítico de los antiguos líderes de su partido. En mi opinión, se garantizaría así un Gobierno estable, defensor de la Constitución y muy probablemente con mayoría absoluta junto a Sumar.
El independentismo está dividido en Catalunya, el PSOE ha cobrado una fuerza aplastante en esa comunidad, los objetivos de diálogo, apaciguamiento, convivencia social y debilitamiento del independentismo se han conseguido ya (veánse los parcos resultados de participación en la última Diada). Por otra parte, la mayoría de los catalanes hoy no desean la independencia. ¿Por qué el PSOE habría de jugársela entonces cediendo de forma, quizás ilegal, al chantaje del prófugo cuando es posible dar la vuelta a sus argumentos presentándose ese partido socialista en unas nuevas elecciones como el auténtico defensor de la Constitución y sus principios de integridad de la nación española? ¿Qué mejor que presentarse manifestando que no ha cedido ante el chantaje independentista y que el PSOE respeta la constitución?
Una jugada política audaz de tal calado supondría para el PSOE su asentamiento y consolidación definitiva como partido constitucionalista y defensor de la unidad de España en un entorno político basado en Comunidades dotadas de un nuevo régimen de mayor autonomía y distinta fiscalidad, cuestiones éstas últimas perfectamente negociables con catalanes, vascos y demás comunidades. Al separatismo catalán, es decir, al delincuente, Puigdemont, sólo hay que decirle con rotunda claridad que la Constitución española no permite ni amnistías ni referéndums de segregación. Que la amnistía y el referéndum no caben en la Constitución y que no es posible, menos aún cuando no renuncian a la vía unilateral para escindirse de España.
Desde un punto de vista de estrategia electoral y política, una acción así resultaría coherente con los mensajes del Rey, Don Felipe, evitaría imponer medidas del ejecutivo contra el poder judicial y desactivaría las críticas de la oposición del PP y VOX, que ya piensan elevar a los tribunales europeos la hipotética amnistía y convocar a la ciudadanía para que muestre un rechazo frontal a la amnistía.
Me extrañaría y mucho que, ambicionando tanto el poder como lo ambiciona Sánchez, no opte por esta alternativa -aún está a tiempo- de parar los pies a Yolanda Díaz y convocar los comicios, lo que muy probablemente le haría ganar por primera vez unas elecciones generales y consolidaría un Gobierno, con una oposición inerme y sin argumentos, para los próximos cuatro años, además de conseguir la estabilidad de un Ejecutivo con mayoría absoluta junto a sus socios de Sumar de quien se distanciaría algo al no asumir lo que Yolanda díaz ha hablado con Puigdemont.
Si no me equivoco mucho, por ahí puede estar una inmejorable salida para Sánchez y su partido que, además, recuperaría sus esencias. Y no digamos para los ciudadanos españoles, eso supondría algo mucho mejor para todos que ceder a la amnistía y tal vez a un referéndum de segregación.
Ahora bien, una política de este calado por parte del PSOE requiere de una generosidad y de una audacia extremas, valor el primero difícilment esperables de un personaje para muchos, «mediocre», como Pedro Sánchez, no así el segundo. Veremos…
PD: Y por decir algo del PP, el otro gran partido. Pues que se deje de alianzas con la anacrónica ultraderecha de VOX, porque, de no hacerlo, nunca ganará unas elecciones generales en España con un resultado suficiente que le permita gobernar. Carece de cualquier otro aliado potente que no sea el esperpento político de VOX y ello le imposibilitará siempre gobernar. Eso es lo que creo y mi humilde opinión.

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