A la detención y puesta en prisión de la Vicepresidenta del Parlamento Europeo, la socialista, Eva Kaili, por aceptar sobornos de Qatar, se une ahora que la corrupción se extiende a Rabat. Los investigadores belgas sospechan ahora que, además, ha habido pagos ilegales en Bruselas al lobby marroquí, lo que afectaría a otros diputados socialistas del Paralmento Europeo a quienes se investiga y detiene en estos momentos.
El desprestigio del Parlamento Europeo, ante estos hechos, resulta monumental al representar una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos.
El daño que hacen los corruptos a las instituciones resulta irreparable, una vergüenza intolerable cuyos responsables deben pagar con las penas máximas.
Resulta exigible ahora que el Parlamento Europeo legisle sobre nuevas y drásticas medidas anticorrupción en el seno de toda las instituciones de la UE.