–Nos ponen lucecitas de Navidad y nos piden que no salgamos a verlas.
Absurdo, inexplicable, incoherente e irresponsable: resulta que los alcaldes de las grandes ciudades están solicitando que en estas Navidades la gente salga lo estrictamente necesario, que no vaya a lugares donde pueden haber aglomeraciones, que se abstenga de salir de casa si no es por necesidades acuciantes. Sin embargo, nos han llenado las ciudades de luces -no las suyas, que tienen pocas- para que todos los ciudadanos salgamos a las calles para disfrutar de la iluminación navideña.
Resulta una incongruencia total y absoluta iluminar las calles para que la población disfrute de tal espectáculo lumínico y pedir al mismo tiempo que, ante la pandemia, la gente no salga de sus casas si no es absolutamente necesario.
Qué gran ocasión han perdido todos los consistorios de destinar el dinero de la iluminación navideña (de la que nos piden ahora que no disfrutemos), a que los cientos de miles de familias sin medios puedan pasar una Navidad «como Dios manda», que diría aquél. Habría resultado un gran gesto de solidaridad y un excelente ejemplo para otras ciudades de todo le mundo. Han malgastado irresponsablemente el dinero en lucecitas-que podían haber ahorrado por un año y de forma excepcional- para pedirnos a continuación que no salgamos de casa para verlas, por aquello de las aglomeraciones…Pandilla de ineptos, irresponsables e incoherentes…Todos, da igual el color de los políticos y sus lucecitas, más bien pocas, como se ve