La obligación de todo gobierno es ofrecer certezas, no crear inseguridades. Y la verdad es que los ciudadanos españoles estamos inseguros, tenemos miedos, no sabemos lo que de verdad ocurre con las vacunas, especialmente con las de AstraZeneca.
Muchos ciudadanos han recibido la primera dosis y, atemorizados, no saben siquiera si ponerse la segunda. Produce pavor pensar que te puede tocar ser el del trombo…
Mientras tanto el Presidente del Gobierno indecente que padecemos hace declaraciones a la prensa, cobarde, desde Africa, a los periodistas que le acompañan en su viaje, poniendo en duda los datos de afectados por el Coronavirus en la Comunidad de Madrid donde se celebrarán elecciones el próximo día cuatro de mayo.
Repugna que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mentiroso y narcisista, carente de toda ética, siembre dudas e inseguridades, cuestione, sin pruebas y electoralmente los datos del coronavirus en la Comunidad de Madrid y arremeta contra su Presidenta.
Instrumentalizar política y electoralmente la pandemia y los muertos y mentir con ello resulta una indecencia intolerable, una mezquindad repugnante por la que el Presidente Sánchez debiera ser política y moralmente juzgado y condenado.