El Gobierno de Sánchez ha culminado nuevas «hazañas» parlamentarias con su actual mayoría en el Congreso:
1) Ha hecho desaparecer el delito de sedición del Código Penal para favorecer a los independentistas catalanes que fueron juzgados y condenados precisamente por ese delito.
2) Ha aliviado las penas en el delito de malversación para favorecer a los independentistas catalanes que gastaron dinero público desde la Generalitat en el «procés».
3) Y aprovechando las dos anteriores acciones, ha metido ilícita y torticeramente a su conveniencia y de rondón en el Parlamento la renovación del Tribunal Constitucional y la del Consejo General del Poder judicial para poder así introducir en los mismos a sus juristas correligionarios. Y todo esto ya está hecho.
Si a todo ello sumamos el indulto que decretó para los implicados en el golpe de estado de los separatistas catalanes, el cocido está a punto para que en breve nos podamos comer todos los ciudadanos españoles un referendum o consulta vinculante para la separación de Catalunya del resto de España. Y todas estas tropelías se han ejecutado hoy sin que el propio Sánchez pise el Congreso y sin que nadie se lo pueda impedir ni se lo impida…