La verdad es que muchos en el Gobierno y en el PSOE consideran que el verdadero Ministro de Asuntos Exteriores es el ex-presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, encargado personalmente por Sánchez de los asuntos más delicados con Venezuela y China entre otros países.
El titular de la cartera, Albares, se traga todos los días un sapo cuando observa las andanzas de Zapatero por el mundo representando a España, sin que nadie le haya informado de sus verdaderos cometidos en el exterior encargados personalmente por Sánchez.
No obstante, el Ministro titular de Exteriores, Albares, sonríe sin parar mientras por sus adentros estrangularía sin piedad a Zapatero y también a Sánchez por hacerle esos encargos de relaciones diplomáticas discretas con terceros países en los asuntos más delicados, como ha sido el caso de traer a España al líder de la oposición venezolana y ganador de las elecciones en ese país, Edmundo González. En eso, como en el viaje reciente de Zapatero a China (en el que está vendiendo a Sánchez como enlace con Bruselas), Albares ni pincha ni corta, pero él continúa sonriendo cínicamente, encantado de conocerse a sí mismo. Por dentro se lo comen los diablos, harto ya de que le puenteen -entre Sánchez y Zapatero- de esa manera tan despiadada…